Cuando vamos por la calle, la mayoría de
las veces, el perro anda algo despistado y se desvía de nuestro
camino. Queremos enseñarle a que camine a nuestro lado sin necesidad de
ir tirando de la correa continuamente y de estar diciéndole que deje de correr cuando vea a una persona u a otro perro.
Nos encetaría que caminase junto a nosotros y que el paseo fuese más agradable y relajado, pero no es sencillo enseñarle a un perro como tiene que comportarse a la hora de salir a la calle, y menos que se quede quieto si nosotros nos paramos.
Pues existen varios métodos para educar al perro. Uno de ellos es con una correa diseñada para que el perro se mantenga siempre a nuestro lado y vaya caminando a nuestro paso.
Es un sistema de adiestramiento sencillo y eficaz.
Éste método se basa en educar principalmente al dueño del animal, es
decir, como el perro está atado a nuestra pierna ya no prestaremos
atención al mal comportamiento de la mascota. Por tanto, ella se relaja y
camina a nuestro lado.
La correa va a atada a nuestra cintura y está a la pierna derecha o izquierda, que será donde irá el enganche del arnés del perro y obligatoriamente tendrá que acompañar nuestros pasos.
Si la empezamos a utilizar con un cachorro, éste aprenderá mucho más rápido como debe caminar cuando va con su amo y a los pocos meses ya no hará falta de llevarlo atado.
Al tratarse de un perro mayor, tardará más tiempo en darse cuenta de cómo debe comportarse con la nueva correa, pero cuando lleve un tiempo paseando de esa forma, habremos conseguido nuestra meta.
Estas correas las puedes conseguir en cualquier tienda de animales o mascotas y su precio suele rondar los 13 €.
¿Qué hacer cuando nuestro perro tiene celos?
Un buen día decidimos llevar a casa otro compañero para nuestra mascota, o simplemente, hemos tenido un niño y ahora todas las atenciones van a parar al nuevo de la casa.
De pronto puede que empecemos a notar una actitud rara y distante en nuestro perro.
De repente decide que ya no quiere saber más de nosotros y se acuesta
en una esquina acurrucado o simplemente pasa de nuestras llamadas de
atención o de cualquier juego.
El problema es que el perro ha notado
que ya no se lleva todas las atenciones el sólo y que ahora, la casa que
adoraba tiene que compartirla con alguien que no conoce.
Las mascotas también pueden llegar a sentirse celosos y si dejamos que crezca ese sentimiento, se convertirá en un problema más grande.
Para ayudar a suavizar la transición
nueva de la casa y para que nuestro perro comprenda y asimile mejor el
cambio, os dejaremos algunos consejos:
• Continuar con la atención en el perro.
Ya sabemos que la novedad siempre cautiva y que es muy fácil prestarle
más atenciones al recién llegado que al perro, pero si no sabemos
repartir esas atenciones, el animal se puede llegar a sentir
despreciado. Es muy fácil quedar atrapado con el recién llegado. Lo
mejor será pasar más tiempo con el y que siga sintiéndose parte de la
familia.
• Tomarse las cosas con calma y no
forzar al perro. Aunque estemos deseando presentarle al recién llegado
hay que darle tiempo a que sea el mismo quien de el primer paso en
conocer a la persona o animal nuevo. Así conseguirá confianza y hacerle
frente a sus nuevos compañeros de casa.
• Darles de comer lejos
el uno del otro. Si hemos adoptado a otro animal habrá que usar
recipientes separados en los alimentos y en el agua. Y si es posible,
mantenerlos separados físicamente al comer. Con ello nos evitaremos
posibles enfrentamientos.
• Supervisar al perro hasta que se esté
seguro que se llevan bien. Durante los primeros meses no se puede dejar
al perro sólo con el nuevo inquilino. Es mejor ir controlando la
situación y cuando ya veamos que se toleran, dejarlos solos.
Cómo llevar al perro al parque
Tanto para que haga sus necesidades, como para que realiceejercicio diario para que se fortalezcan las patas y no se quede ratico. Y si tenemos al perro de cachorro, muchísimo más. Pues si desde pequeño no hace ejercicio, sus patas no tendrán la fuerza necesaria para soportar el peso y a la larga, le puede ocasionar muchos problemas de huesos o articulaciones.
Lo mejor es llevar a pasear al perro al parque cerca de casa. Así no tendremos que andar mucho hasta llegar y en él podrá correr y ejercitarse sin problemas de coches.
Debemos llevar al perro con una correa especial para nuestra raza de perro. Con ella lo tendremos controlado, pero tiene que ser suficientemente larga para que pueda correr un poco sin tirarnos al suelo.
Si nuestro perro no es muy amigable con desconocidos (perros o niños) es mejor protegerlo con un bozal. Así nos evitaremos cualquier percance desagradable.
Y por último, hay que llevar unas bolsitas para ir recogiendo los excrementos del perro después de que el animal haga sus necesidades. Es muy desagradable, lo sé, pero si dejáramos que todos los perros dejasen los excrementos por ahí, no existiría un parque limpio y saludable. ¡Piénsalo!
Fuente mascotas.org
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