Si nuestra perra ha parido, sobretodo si es la primera vez que nos vemos en una situación de ese tipo, todo es emoción y nervios. Intentemos dejar de lado los nervios y ansiedad, conservemos la emoción ya que es algo bien bonito, pero sobretodo, ayudemos a la perra que acaba de pasar por la agotadora gestación de varios cachorros y el esfuerzo del parto. El punto es que los cachorros no esperan a que la madre se recupere ni un poco, son increíblemente demandantes desde el primer momento y si no la ayudamos un poco, lo que se dice bien, no va a pasar por más experta que sea.
El primer punto es estar pendientes de su hidratación y nutrición
El agua fresca tiene que estar siempre disponible, en abundancia cerca de la perra. Los cachorros no le dan mucha libertad, de modo que todo tiene que estar a mano. La comida debe adecuarse al alto requerimiento que implica dar de mamar. La solución más simple de todas es darle pienso para cachorros pequeños. Siempre debe estar disponible y en cantidad suficiente.
Un lugar confortable y tranquilo
La perra no debe aislarse del resto de la familia, pero debe tener un lugar tranquilo para estar con los cachorros. Hay que pensar muy bien cual es ese lugar donde podamos vigilarla, pero que no se moleste por el pasaje de personas o muchos ruidos. Hay que tener mucho cuidado con los niños pequeños, que son muy curiosos. Sin embargo los bebés y las mascotas deben ser siempre supervisados.
La zona donde se encuentra la perra con sus pequeños se debe limpiar a fondo a diario. El punto es no usar nada demasiado agresivo en ese sentido como el amoníaco o la lejía, que pueden ser altamente peligrosos.
El cuidado de las mamas es algo que la perra hace muy bien. El punto es cuando los cachorros comienzan a tener esos pequeños y filosos dientes. La perra sabe muy bien como apartarlos, pero tenerlos correctamente alimentados hace que molesten menos a la madre.
La salud de nuestras mascotas y la crisis
Lo prolongado y profundo de la crisis económica que atraviesa nuestro país hace que las consecuencias sean cada vez más generalizadas. No se trata de reducir los días de vacaciones, se trata de que muchas familias españolas, demasiadas, no están pudiendo cumplir con sus pagos mensuales en cosas elementales. Se deja de pagar la hipoteca o se hace con mucho retraso, créditos y algo que hoy nos preocupa mucho, los cuidados veterinarios de las mascotas. Es un hecho que nadie desconoce que los controles de salud de las mascotas españolas son cada vez menores.
Es muy comprensible que si hay crisis no hay dinero
No se puede discutir eso. El punto es cuando hay muy poco dinero y es necesario decidir en qué se gasta y en que no. No se puede no comer ni no reponer en forma hasta elemental la vestimenta. Pero a la hora de decidir si el perro o el gato, que se ven muy sanos, tienen que ir al veterinario para su revisión periódica, son cada vez más las personas que deciden que es un gasto evitable.
El punto es que tal vez parecen sanos y no lo están
Tratar una enfermedad en forma precoz es más simple y hasta más barato. Si dejamos que las cosas avancen, cuando llega el momento de ir al veterinario la cuenta es imposible de pagar.
Tal vez el caso sea tener criterio
No es lo mismo dejar sin su revisión a un perro de tres años que siempre ha sido sano y se lo ve muy bien, que a otro que tiene nueve años y parece algo más lento de lo que debería estar. Si tenemos que elegir, claramente es mejor llevar al más anciano.
Se puede entender que la crisis afecta al ocio nocturno de discotecas, pero no el cuidado de la salud.
Adoptar un gato
La decisión de adoptar una mascota tiene que ser muy bien pensada. Veamos cuáles son los puntos más importantes cuando se trata de adoptar un gato, como posible nuevo miembro de nuestra familia. Es un compromiso que se adquiere por muchos años y que demandará de nosotros tiempo, atención y dinero. Como contrapartida, seguramente la ganancia será mucho más importante, el cariño de una mascota es algo incomparable. Pero es importante evaluar si estamos en condiciones de adquirir ese compromiso.
Antes de adoptar un gato
En cuanto a las condiciones de nuestro hogar, si bien no tiene grandes requisitos, hay que considerar las necesidades de espacio. Si vivimos en un mini piso de 30 metros cuadrados y además el gato quedará solo todo el día, no es el momento de tenerlo. Fuera de esas condiciones extremas, debemos pensar que el gato requiere de un lugar para la alimentación, un mínimo de espacio de esparcimiento y un sitio previsto para su higiene y caja sanitaria. Este último debe estar separado, necesariamente, del lugar destinado a comer.
Otras consideraciones
Otro punto muy importante es ver como está conformada nuestra familia. Si tenemos peques especialmente menores de tres años y además nunca han tenido una mascota, es mejor esperar un poco. Sé que alguna gente no estará de acuerdo, pero la natural curiosidad de un niño tan pequeño, casi con seguridad no será muy saludable para el gato. Por ejemplo, difícilmente un niño de esa edad comprenda fácilmente que no se le puede meter los dedos en los ojos o las orejas del gato. Esto pasa en la realidad, para desgracia del gato… y del niño.
Diferente es la situación entre niños y mascotas si ya están acostumbrados a tener animales y el gato también viene acostumbrado a los niños. En este caso, el gato será espontáneamente más prudente con el más pequeño, aunque no es totalmente seguro.
Fuente blogmascotas.com
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