Búsqueda personalizada

sábado, 25 de junio de 2011

El botiquín de nuestro amigo

Aunque si nuestro perrito sufre un accidente debemos acudir inmediatamente al veterinario, es importante que tengamos un botiquín con algunos elementos que nos pueden sacar de un apuro, al menos de momento. Por mi experiencia, lo que más se puede necesitar es Betadine, suero fisiológico para los ojos y suero oral para rehidratar, un termometro, gasas y esparadrapo, vendas, una pomada tipo Halibut para heridas e irritaciones, Primperán para los vómitos, un protector gástrico tipo Tagamet, unas pinzas para sacarle alguna espiga u otro cuerpo extraño, un antialérgico tipo Urbasón o Darcotín por si sufre una reacción alérgica muy fuerte, y toallitas húmedas. También es fundamental tener alcohol por si sufre un golpe de calor, para echárselo en las axilas, ingles y almohadillas, algo que baja la temperatura corporal.

Estas son las cosas que más he necesitado personalmente con mis pequeños amigos, pero seguro que nuestros lectores nos pueden sugerir otras que podemos precisar en un momento dado.


La manicura de nuestros pequeños amigos

En el número 199 de la revista “Perros & Compañía”, que por cierto, cada mes es más interesante y simpática, nos cuentan que los perritos, lógicamente, necesitan cortar y limar sus uñas, y los espolones, esa quinta uña que puede estar tanto en las patas traseras como en las delanteras. Se puede acudir al veterinario o a la peluquería canina para ello, o atrevernos nosotros mismo, pero con muchísimo cuidado. En cada uña hay un nervio y dos vasos sanguíneos, uno arterial y otro venoso, y si no se corta por el punto exacto, podemos ocasionar una hemorragia y un gran dolor a nuestro pequeño amigo.

En la imagen, podemos ver por dónde hay que cortar la uña. Después de haberlas cortado todas, las limaremos, para que se igualen y no queden astillas, o también les podemos dar un gran paseo para que se limen directamente con el terreno. Hay que hacer esto con todas las razas de perro, y lo ideal es revisarlas cada mes, porque, al igual que nos pasa a los seres humanos, sus uñas también pueden infectarse o tener enfermedades.



Los parásitos internos

Los parásitos internos, en forma adulta, suelen estar en el intestino y en forma larvaria -en lo que se convierte el huevo antes de ser adulto – también en el hígado, riñón y corazón. Llegan a nuestra mascota a través del entorno, si ingieren accidentalmente huevos o larvas o comiendo pájaros, roedores o vísceras crudas. Los síntomas que producen en nuestros pequeños amigos son muy variados, anemia, decamiento, vómitos, tos… pueden provocar daños muy diversos, desde lesiones en los tejidos, hasta obstrucción instestinal, provocando infecciones graves y muerte.

Afortunadamente, es fácil evitar que nuestras mascotas, perro o gato, tengan parásitos. Hay que desparasitarlos cada tres meses, con el producto que nos recomiende nuestro veterinario. Así evitaremos que los parásitos hagan enfermar a nuestro amigo, y también que podamos contagiarnos accidentalmente.

Algo importante: si tenemos gato, aunque no salga de casa, puede tener también parásitos. Hay que desparasitarle igualmente.

Leído en Bayer Health Care


Fuente todo-mascotas.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario