
Es cierto que es muy facil quejarse pero lo que no es tan facil y requiere mucha paciencia (en algunos casos) es la educación de nuestro perro, gato… ya que ésta debe empezar desde que son muy pequeños, cuando mayores sean, más tardarán en comportarse como deseamos.
La educación nunca se debería basar en la violencia, nunca debemos golpearlos para restringirles alguna acción. Nunca. Ellos pillarán miedo y es lo último que deseamos, tienen que encontrarse agusto y siendo queridos para que entiendan las cosas, de lo contrario de volverán solitarios y asustadizos.
Lo primero es ponerle un nombre, a ser posible corto, nuestra mascota necesita una palabra con la que sentirse identificado para que sepa cuando van las cosas dirigidas a él (a menudo sabrá incluso cuando hablas de él sin decir su nombre, pero esa intuición es una cuestión aparte). Su nombre debemos utilizarlo para premiarlo, para regañarlo basta con usar la misma palabra siempre y un tono de voz fuerte y “enfadada”, con un NO basta, son animales muy listos y entenderán a la perfección todo.
La educación no trata exclusivamente de regañar las malas acciones, también debemos premiar la buena conducta. Por ejemplo, si queremos que nuestra mascota duerma en un lugar determinado, debemos darle algún tipo de golosina además de tener ese lugar totalmente acondicionado con su comida, agua y lugar donde hacer sus necesidades. Las primeras veces siempre llorarán y querrán estar con nosotros, pero no podemos ceder siempre o terminarán siendo tan mimados que nunca podremos negarles nada.
Igualmente, debemos tenerles preparados juguetes desde antes de su llegada, para que se encuentren agusto y con cositas apropiadas para ellos con las que jugar, mordisquear, un lugar donde arañar en el caso de los gatos. Lo más importante es que ellos se encuentren agusto y tengan un lugar donde desarrollar su actividad, descansar, dormir…

La clave es ser pacientes, ni siquiera los niños son fáciles de educar y no por ello nos desesperamos y los damos por un caso perdido, doy fé de que es posible tener una mascota muy educada hasta el punto de que, si está acostumbrada a dormir en el sofá de casa con una sábana puesta para aislar el pelo de nuestra mascota del tapizado, cuando quiera subirse para descansar, irá en tu busca para que le pongas la sábana.
Traductor de ladridos

Llegan a traducir un máximo de 55 razas. Total, un invento bastante revolucionario (de ser cierto) que puede ayudarte a mantener conversaciones con tu perro. Al final de dicha “conversación” te informarán del estado de ánimo de tu perro. Pero la cosa no queda aquí, ¡también son capaces de traducir a tu gato!
Pues nada, mucho ánimo a quien se aventure a intentar captar el maullido de tu gato o el ladrido de tu perro y esperar una traducción fidedigna. Cuidado, no nos llevemos sorpresas desagradables descubriendo lo que siempre nos han querido decir y no han podido…
Fuente www.minifauna.com
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