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sábado, 31 de marzo de 2012

Combatiendo el mal olor del perro

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Hay perros que realmente huelen muy mal  y los dueños no lo perciben tanto. Cuando una persona extraña entra en la casa, sin problemas detecta un fuerte olor a perro. No siempre ocurre eso, hay perros que huelen muy mal y otros no. Veamos como hacer para combatir el problema. Como siempre, la prevención es la mejor medida.

Una fuente de mal olor es la boca del perro, por acumulación de sarro y las consiguientes infecciones. Una alimentación adecuada, con un pienso de buena calidad, evita en parte eso. Igualmente el veterinario debe hacer una limpieza de sarro periódica, para complementar la limpieza que hacemos en casa.

Otro punto crítico son las orejas. El problema es que si bien es simple lavarlas, casi todo el mundo lo hace mal. Se debe humedecer con agua un algodón  y luego lo escurrimos muy bien. Limpiamos de esta forma, pero cuidando que no le quede agua en el interior de la oreja. Un consejo: pedirle al veterinario que nos muestre como hacerlo.

Si los cepillamos a diario, como un mimo y sin tirarle del pelo, siempre estaremos retirando pelos muertos y polvo, que al acumularse permiten que se junte mucha más suciedad de la debida. Sui el perro esta mucho dentro de la casa hay que bañarlo cada tanto. El punto es usar el champú adecuado, que en ningún caso es el nuestro. El pH de la piel del perro es totalmente diferente al nuestro  y sus necesidades opuestas. Hay que usar un champú para perro, y dentro de ellos, el adecuado a nuestro perro en especial.

 

Maltrato animal: remoción de las uñas del gato

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El maltrato con los animales tiene muchas formas. Cuando se piensa en maltrato se piensa en las agresiones directas, tanto por acción como por omisión, pero pocas veces lo vemos más globalmente. Quien somete una mascota a una cirugía innecesaria por una cuestión estética, maltrata. Tanto el dueño como el veterinario que hacen esto, están sometiendo a un animal a un sufrimiento innecesario. Es solo un ejemplo.

También es maltrato  y muy serio, el que se le infringe a un perro cuando se le operan las cuerdas vocales para que no ladre. Lo mismo: el dueño y el veterinario. Si no os gusta que el perro ladre, educadlo. Si no, pues a no tener perros que no es una obligación.

Hoy veremos una de las formas más crueles para con los gatos y es el remover las uñas de un gato. Es un procedimiento que se hace bajo anestesia, pero luego de la misma es muy doloroso. Si se infecta, cosa siempre posible, puede ser mortal.

Luego de ese dolor y pasar por ese riesgo, no termina todo. La higiene de un gato se basa mucho en su uso de las uñas. Pues la limpieza que el mismo se hace, ya no será igual.

Las uñas las usa para escalar, algo que hace por diversión y también para ponerse a salvo, si por ejemplo, lo sigue un perro. El gato intentará de todas formas escalar, lo que le suele producir dolorosas lesiones.

A pesar de todo aún hoy día esta cirugía se practica. Luchemos contra esta forma de maltrato como cualquier otra.

Como lavar los dientes del gato

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En un post anterior veíamos la importancia del cuidado de los dientes del gato. Hay varias formas de cuidar los mismos, desde las más simples a las que nos exigen un cierto trabajo. Podemos decir que hay tres niveles de cuidado: el más simple son las galletas que sirven para combatir la placa,
luego el cepillado diario y lo más complejo es la limpieza que hace el veterinario.

Es muy importante acostumbrar al gato desde muy pequeño. Tenemos que disponer de un lugar tranquilo, en un momento del día que es ideal que sea siempre el mismo  y un muy buen humor. Comenzamos con esos  cepillos de dedo. Usamos solo la pasta dental para mascotas y lo dejamos que la pruebe. Lentamente, sin producir dolor y como una especie de juego o mimo, vamos limpiando la cara exterior de los dientes. Al igual que nosotros, de arriba abajo, de abajo arriba  y cuidando pasar también por la zona entre dientes y encías. Todo con delicadeza y sin molestarlo.

En la medida que el gato crece, se puede cambiar de cepillo por los de mango. Es el gato quien debe aceptarlo, siempre con mucha paciencia.

Si el gato come todos los días un pienso diseñado para gatos, mucho mejor, La comida casera es mala para los dientes  y los piensos son mejores por no dejar tanto residuo.

Dos veces al año hay que llevar al gato al veterinario para que profundice la limpieza. No podemos dejar pasar esa rutina, ya que es básica. Por mejor que sea nuestra limpieza, nunca lo será como la que se hace en consultorio.

El gato y el uso de la bandeja

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Un de las cosas que más preocupa a alguien que trae por primera vez un gato a casa, es saber como hace para que el gato se acostumbre a usar su bandeja sanitaria. Como los gatos son naturalmente muy limpios, es algo bastante simple, de hecho, mucho más fácil que enseñar al perro ese tipo de conductas. El punto es tener en cuenta algunos detalles que son importantes.

El primer paso es ver donde colocar la bandeja. Tiene que ser un lugar accesible pero tranquilo. No puede ser un lugar de pasaje ni de mucho movimiento, ya que eso hará que el gato no use la bandeja.

Hay que mantener la limpieza de la misma en forma estricta. A los gatos no les gustan los malos olores, por lo que si la bandeja huele mal, no la usa. La materia fecal tiene que ser retirada a diario apenas vemos que se encuentra en la bandeja. Todas las zonas húmedas de la arena para gatos, tienen que ser removidas con una pala también a diario, ya que a los gatos no les gustan tampoco pisar algo con esa consistencia. Una vez a la semana hay que remover la totalidad del contenido de la bandeja y colocar en su lugar material nuevo, previo lavado de la bandeja.

Estas medidas no son caprichosas y son la base de una conducta adecuada del gato  y de la higiene de nuestro hogar.

Si el gato usaba la bandeja y deja de usarla, hay que observar si seguimos haciendo todo bien, o de lo contrario hay que consultar al veterinario.

La temperatura del perro

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Un motivo de consulta muy frecuente en cualquier clínica veterinaria es la fiebre. Claro que en muchos casos es real y en otros   no, ya que muchas veces los dueños de perro piensan que el hocico caliente y seco es un signo inequívoco de fiebre y no lo es. Es importante saber algunas de las características de la temperatura del perro, para no asustarse sin justificación, ni menospreciar un signo importante.

Normalmente la temperatura va variando durante el día. Al levantarse en la mañana es mucho más baja que a última hora en la noche. Hay variaciones térmicas que se dan por la temperatura ambiental, o por motivos hormonales. Cuando una perra está por ovular tiene la temperatura descendida.

Tampoco es pareja en todo el cuerpo, ya que las partes expuestas pueden tener una temperatura superior. Lo que intenta siempre determinarse es la temperatura interior, que en el caso de los perros se mide en el ano, como método más fiable. Se ha intentado utilizar los termómetros intrauriculares (en la oreja) como se hace en los niños, pero es demasiado molesto para el perro, no se queda quieto y el tiempo de medición suele ser insuficiente.

Lo ideal para medir la temperatura es usar un termómetro digital, que será solo de ese perro y no de todos los demás que están en casa. Si medimos temperatura rectal, los valores normales para un perro son de 39 grados centígrados, más menos 0,5 grados. Por lo tanto, entre 38,5 y 39,5 estamos en dentro del rango normal.

Fuente blogmascotas.com

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