Lo que debemos saber sobre la monta de los gatos

En un post anterior veíamos algunos aspectos generales que debemos tener en cuenta si queremos que nuestra gata tenga gatitos. Lo primero a tener en cuenta es si podemos realmente con el gasto que implican los cuidados adicionales de la gata y los cachorros, conseguir hogar para los mismos, etc. Hay que elegir un macho sano y amigable, pero con dueños que nos ofrezcan la seguridad como para dejar a nuestra gata dos o tres días en su casa, disponiendo en ella de un lugar tranquilo y cerrado.

La primera aproximación del gato en general es seguida por una respuesta agresiva de la hembra. La fase en que la hembra no deja que el macho se le acerque puede durar horas, ya que se encuentra en un territorio que no es el suyo  y eso la pone muy nerviosa. Luego de ese período de adaptación el macho aborda por un costado a la hembra, le muerte el cuello o la nuca y la monta. En general es breve  y la hembra grita de un modo típico.

El macho se aleja muy rápido, ya que la hembra es especialmente agresiva luego de la monta. Suele lamerse los genitales en forma muy obsesiva y agrede a quien se el acerque. Pasado un rato, variable de hembra a hembra, vuelve a dejar que el macho se aproxime. Vuelve a montarla, lo que ocurrirá en forma repetida por unos dos días, cada un tiempo variable, pero que puede ser muy frecuente.

Esto es lo que induce la ovulación de la hembra, la cópula por lo que es importante permitir que se repita en el tiempo para asegurar una ovulación buena.

Quiero que mi gata tenga cría

Decidir que nuestra mascota se reproduzca es un tema para nada menor. Eso implica que deberemos darle cuidados especiales durante la preñez, atención veterinaria peri-parto  y una excelente atención a los recién nacidos, que incluye conseguirles un hogar adecuado y seguro. Solo si tenemos la completa seguridad de poder hacer todo eso, recién ahí nos plantemos como hacer.

La selección del macho no es un gran problema, pero tenemos que tener claro que, como mínimo, sea un gato saludable y amistoso. Para eso, al igual que nuestra gata, tiene que estar desparasitado y vacunado. Una muy buena precaución previa es que ambos gatos tengan las uñas bien recortadas. Si no sabemos hacerlo, los llevamos al veterinario para que nos muestre como se debe hacer.

Es muy importante que la monta se haga en el territorio del macho y no de la hembra. En caso de hacerlo en el territorio de la gata hay que estar muy atentos porque se puede poner muy dominante y agresiva haciendo imposible la cópula.

El lugar elegido tiene que ser cerrado, aislado y tranquilo. Cada uno de los gatos tiene que tener su cama, su pienso y su agua, además de la correspondiente bandeja sanitaria. Todo el proceso puede llevar unos dos o tres días, por lo que hay que prever los elementos para ese tiempo.

Una vez que la gata comienza el celo, tenemos que dejar pasar entre tres y cuatro días para que se encuentre pronta.

En un post siguiente veremos algunos consejos más de como hacer para que todo resulte perfecto.

Porque mi  gato duerme todo el día ?

Quienes alguna vez hemos tenido un gato sabemos que lo que más les veremos hacer es dormir. El mío no solo duerme todo el día sino que lo hace con tal nivel de relajación que a veces nos parece que se va a desnucar, por mal que suene. Obviamente que es una conducta perfectamente normal y para aquellos que con nuevos en esto de convivir con un gato (ya que desde mi punto de vista nunca “tenemos” un gato, apenas el nos permite el honor de su compañía) puede que resulte algo llamativo, ya que no es que duermen una siesta cada tanto, duermen todo el día.

En realidad las tres cuartas partes de la vida de estos felinos están dedicadas a ese descanso reparador. Aún no se que es lo que tiene para reparar, porque pocas veces lo vemos hacer otra cosa que no sea comer y dormir, pero es así. Un gato sano duerme entre 16 y 18 horas diarias.

El punto más molesto es que a las horas en las que está despierto es durante la noche, lo que puede llegar a ser complicado si requiere nuestra atención. Tenemos dos opciones: o lo hacemos jugar a última hora, de modo que quede bien cansado, o le enseñamos a que no moleste de noche. Lo fundamental en ese caso es ignorar sus maullidos. Cuando ve que no le sirve para nada, deja de hacerlo, pero le lleva un tiempo.

Los gatos más viejos, como el mío, pueden ser más demandantes por la noche, por lo que puede ser necesario re-educarlo en ese sentido.

 

Perro y gato

No vamos a discutir que la relación entre perros y gatos es una relación casi siempre conflictiva, son dos especies que no  sienten gran simpatía una por la otra, pero tampoco es imposible conseguir que tengan una buena convivencia entre ellos. Está claro que hay perros y gatos que por más que nos esforcemos mucho, no van a tener nunca una relación medianamente amistosa y no pueden vivir en la misma casa, pero en una gran cantidad de casos se puede. Os cuento mi experiencia personal.

Veamos la situación de dos animales adultos, que es lo más complicado de todo. El punto principal es la presentación. Si el gato es el que ya vivía en casa, se va a sentir invadido en su territorio, cosa que no le gustará ni un poco. Hay que estar con mucha, mucha calma, dejar que el perro entre al espacio que no conoce y lo explore. El gato se mantendrá entre cauto y agresivo.

Lo más importante es no intervenir si no es necesario, no gritar por nada. El perro tiene que tener una correa de modo de poder retirarlo rápidamente si es el caso. Pero hay que dejarlos interactuar, olerse y que cada uno reaccione con naturalidad. Seguro en esos primeros momentos, pasada la curiosidad inicial, tal vez uno de los dos se muestre algo agresivo. Tampoco intervenimos, salvo por supuesto que el perro sea enorme y agresivo, dejamos que el gato si es necesario le muestre su enojo, pero no pasará de gruñidos.

Los primeros días, se estudian, se miran mucho, se huelen lo que pueden  y tal vez alguno intente mostrar quien manda. Luego se acercan para dormir, más tarde se acercan más  y en unos días, estan amigos.

Fuente blogmascotas.com