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viernes, 15 de junio de 2012

Temor al veterinario

Uno de los problemas más grandes que nos podemos encontrar con las mascotas es el temor al veterinario. Yo lo comparo con lo que nos pasa a muchas personas con el dentista: tenemos que ir cada cierto tiempo, pero le tenemos mucho miedo – a veces inconsciente -. Así que lo mejor que puedes hacer, cuando te compres una nueva mascota, es acostumbrarlo desde pequeñito a que no le va a pasar nada. De esta forma, cuando tengas que llevarlo, tu animal de compañía no lo tomará como algo malo y podrás ir sin que se sienta violento.

Para ello, lo mejor es que la primera visita siempre sea agradable. Puedes hablar con el veterinario y que en la primera revisión no le ponga vacunas, así no tendrá un primer recuerdo traumático del sitio. Ve siempre tranquilo – los perros notan el nerviosismo de las personas – y prémialo cuando acabe la visita. Así asociará este estímulo positivo a la experiencia de ir al veterinario.

Haz que se lo tome como un paseo, o como un juego. Y si tienes que llevarlo en coche, añade alguno de sus juguetes o mantas favoritas en el transportín, así se lo pasará bien durante el viaje y no se sentirá raro. Con el paso del tiempo verás como tu mascota cada vez va más contenta al veterinario e incluso, si llega a reconocer la palabra, se pone contenta.

Como ves, es muy fácil que le pierdan el miedo, aunque dependiendo de la personalidad de tu mascota, puedes tardar un poco más en adiestrarla. Lo único que tienes que tener es mucha paciencia y mimos.



Normas básicas para viajar con perros

Las normas de las que te hablo en esta ocasión no son normas o consejos que te podamos dar sino que son normas de la Dirección General de Tráfico para que no ocurran accidentes y, de paso, que no te multen.

Estas normas son:

El perro nunca debe acceder a la parte delantera o al conductor porque cualquier distracción puede originar un accidente.

Hay que usar métodos de retención de animales desde barras de sujeción, cinturones de seguridad especiales para animales, transportines (si el animal es pequeño).

Si va atrás el animal debe ir acompañado. Si no es así y el animal empieza a ponerse nervioso debemos parar la circulación y tranquilizarlo antes de seguir camino.



Alimentos prohibidos para perros (I) 

De hecho existen alimentos “prohibidos” que es importante evitar suministrar. Entre ellos recordamos:

Sobras: a menudo contienen salsas, grasas, frituras, sal, picantes. Como en el caso precedente, suministrar al animal estos alimentos provocará un desequilibrio en su dieta, además de sobrecargar el hígado que deberá desintoxicar su organismo. En muchos casos el animal tenderá a vomitar, sobre todo si se trata de alimentos muy grasos.

Este problema se verifica especialmente en el periodo de las fiestas o en ocasión de comidas familiares. Lo más importante es mentalizar a los invitados para no “dejar caer” nada durante o después de la comida. El problema es más grave si alimentar al perro con sobras es una costumbre: se pueden provocar daños a largo plazo desequilibrando el metabolismo, provocando obesidad y daño a los órganos.

Huesos: en el imaginario colectivo siempre se ha visto un perro con un aspecto feliz mientras mordisquea su hueso. Se piensa que de esta forma el perro tendrá una fuente natural de calcio y minerales. En realidad el calcio ingerido de esta forma sólo en parte es utilizado en la digestión. Si es necesario un aporte adicional de calcio (en la mayoría de las dietas comerciales hay un contenido equilibrado sin necesidad de dosis adicionales), se decidirá con el veterinario la eventualidad de suministrar complementos específicos.

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