El sistema tradicional para conseguir un ejemplar equilibrado implicaba premios y castigos, pero esta técnica es revolucionaria, porque no contempla el castigo, tal y como explica Yolanda Blanco, "sino que acelera el proceso de aprendizaje, puesto que le premiamos justo cuando realiza la acción deseada", es decir, el perro cuando oye el clic asimila que ha actuado correctamente, por lo que repetirá la acción o corregirá la conducta indeseada.
Un poco de historia
Esta práctica comenzó a emplearse a principios de los años 40 y fue desarrollada por los psicólogos Keller y Marian Breland. En un primer momento no tuvo una gran acogida, puesto que se usaban técnicas tradicionales basadas en el castigo. A pesar de esto el clicker se usó para educar a los animales de espectáculo.
Con el paso de los años, este método fue ganando adeptos en Estados Unidos gracias a la bióloga Karen Prior que entrenaba delfines con este método de trabajo. En la década de los 90 se puso de moda gracias a la práctica del Freestyle, que se basa en realizar coreografías de baile junto a nuestra mascota. Este deporte impulsó el cliker, puesto que según Yolanda Blanco con este método se consiguen coreografías completas que serían imposibles de otro modo. Desgraciadamente, en España este método de adiestramiento aún es muy reciente y está poco implantado.
Vídeo explicativo
Antes de entrar en materia, te enseñamos en vídeo cómo se aplica esta técnica.
15 pasos para educar a tu perro
Aquí te presentamos unos sencillos consejos para comenzar el adiestramiento de tu mascota.
1.- Presiona y suelta el extremo del clicker para realizar el sonido 'click' en un doble tono. Luego premia a tu mascota con dulces de pequeño tamaño. Yolanda Blanco aconseja utilizar comidas suculentas e irresistibles como trocitos de pollo o salchichas. Según la experta al principio se hará con mucha frecuencia para que el animal relacione el sonido con el premio.
2.- Haz 'click' mientras el perro está realizando el comportamiento deseado, no una vez que lo ha completado. El instante en que se hace sonar el clicker es crucial. No desesperes si deja de realizar el comportamiento cuando oye el 'click' porque el sonido finaliza el comportamiento. Dale el premio después; el momento en que presentas la recompensa no es lo importante.
3.- Hazlo sonar cuando el can esté realizando algo que te agrada. Inicialmente elige algo fácil, algo que pueda realizar por propia voluntad, por ejemplo, levantar la pata, sentarse, acercarse a ti, tocar tu mano con su hocico, pasar una puerta, caminar a tu lado, etc.
4.- Haz 'click' una sola vez -presionar/soltar- cuando quieras expresar tu entusiasmo por el comportamiento realizado. Aumenta el número de premios, no el número de veces que haces sonar el clicker por una respuesta.
5.- Realiza sesiones de adiestramiento cortas. Tu perro aprenderá mucho más en tres sesiones de cinco minutos cada una que en una hora de aburridas repeticiones. Obtendrás excelentes resultados y enseñarás a tu perro muchos ejercicios nuevos realizando unos cuantos 'clicks' a lo largo del día, dentro de tus rutinas diarias.
6.- Soluciona los problemas de mal comportamiento premiando con el clicker el comportamiento deseado. Haz 'click' cuando el cachorro realiza sus necesidades en el lugar deseado. Repite el sonido por mantener sus cuatro patas en el suelo, no en las visitas. En lugar de castigarle por ladrar, haz ‘click’ cuando no ladre. Soluciona los problemas de tensión con la correa haciendo ‘click’ y premiando en las ocasiones en las que la correa no está tirante.
7.- Haz 'click' cuando el perro realiza movimientos voluntarios (o accidentales) en la dirección que quieres. Es posible que guíes o dirijas a tu perro para que haga un gesto, pero no lo empujes, arrastres, agarres o fuerces. Trabaja sin utilizar la correa. Si la necesitas por razones de seguridad, sujétala con tu brazo o engánchala a tu cinturón, no la utilices como herramienta de trabajo o adiestramiento.
8.- No esperes hasta que realice el comportamiento perfecto. Haz ‘click’ y premia los pequeños pasos en el buen camino. Si lo que quieres es que tu animal de compañía se siente y éste comienza a doblar sus cuartos traseros, emite el sonido. Si quieres que venga cuando lo llamas y éste comienza a dar unos pasos hacia ti, presiona el clicker.
9.- Incrementa el nivel de los ejercicio s y tus objetivos. Tan pronto como obtengas la respuesta deseada -cuando el perro se eche voluntariamente, se acerque a ti, se siente, etc.- eleva el listón del ejercicio. Espera un poco hasta que el can permanezca sentado algo más de tiempo, se aproxime más a ti, o se siente más rápido.
Haz 'click' cuando esto ocurra. Denominamos a esto 'moldeado' de un comportamiento.
10.- Una vez que el perro ha aprendido a hacer algo por el sonido, comenzará a realizar el comportamiento de forma espontánea para intentar que hagas sonar el clicker. Este es el momento de introducir una señal, una palabra o un movimiento de la mano. Haz 'click' si realiza la acción en el momento en que le das el aviso o inmediatamente después. Ignóralo si la lleva a cabo sin que tú le indiques.
11.- No te dediques a darle órdenes todo el tiempo; el adiestramiento con el clicker no se basa en las órdenes. Si tu perro no responde a la señal, no es que desobedezca, simplemente, no ha aprendido todavía lo que la señal significa. Trata de encontrar otras formas de indicarle cómo hacerlo y haz 'click' cuando realice el comportamiento que quieres en situaciones más sencillas, con menos distracciones.
12.- Lleva siempre un clicker contigo para poder captar los comportamientos, como tocar la cabeza con una pata, cazar su cola o mantener una pata en alto. Puedes hacer 'click' por distintos comportamientos en el momento en el que los ves, sin que por ello vayas a confundirle. Si tienes más de un perro, realiza el adiestramiento por separado para cada uno de ellos estableciendo turnos de adiestramiento.
13.- Si te estás volviendo loco, deja el clicker a un lado. No mezcles las correcciones, los tirones de la correa y el adiestramiento convencional con el adiestramiento con este aparato: sólo conseguirás perder la confianza del perro en el clicker y, muy probablemente, también la confianza que tiene en ti.
14.- Si no estás logrando progresos en un comportamiento en particular, probablemente se deba a que estás haciendo 'click' demasiado tarde. Es muy importante hacerlo sonar en el instante preciso. Pídele a otra persona que te observe mientras adiestras a tu perro y tal vez haga sonar el clicker por ti en alguna ocasión.
15.- Sobre todo, diviértete. El adiestramiento con el clicker es una forma maravillosa de fortalecer la relación con tu perro.
Cuando tu perro finge estar enfermo
De un modo parecido al de las personas cuando se creen enfermas sin estarlo, nuestros perros pueden llegar a comportarse como si tuvieran alguna dolencia sin tenerla. En el caso de los perros, ellos son conscientes de que su salud está bien, pero fingen. Se hacen los enfermos. ¿Por qué?
Generalmente es debido a que anteriormente lo han estado y mientras tanto han recibido un sinfín de mimos y cariños. Y claro, intentan a toda costa seguir recibiendo privilegios aunque sea fingiendo que la enfermedad se prolonga.
Es simplemente un mecanismo psicológico que algunos perros pueden llegar a activar cuando ven que toda esa atención extra que se les daba cuando estaban enfermos ha disminuido a medida que se recuperaban. Así seguirán siendo el centro de atención. El razonamiento es tan lógico que cabe en la cabeza de los perros: “si actúo con normalidad me ignoran, y si estoy enfermo me cuidan”.
En parte, puede llegar a ser culpa de los dueños si se exceden en sus cuidados cuando su perro está malo. Darle innumerables manjares, contínuos masajes y caricias, o estar siempre a su lado, puede tener efectos contraproducentes.
Si tras un episodio de este tipo, tenemos la sospecha de que nuestro perro está fingiendo para seguir recabando nuestra atención, no hay más que observarle sin que se de cuenta para ver cómo cambia su comportamiento cuando nos ausentamos. En caso de que confirmemos la sospecha, bastará con dejar de preocuparnos tanto para que asocie que estar enfermo no conlleva ninguna “recompensa” más y él solo irá cambiando de comportamiento.
Los celos en los perros
Antes de llevar una mascota a casa tenemos que estar muy seguros de que vamos a disponer de todos los recursos necesarios para su desarrollo, alimentación, cuidado y salud. Una vez analizadas todas nuestras posibilidades, y siempre que nos veamos capaces y preparados, podremos disfrutar de la compañía de ese gran amigo: el perro.
Nuestro fiel compañero necesitará sentirse querido ya que es un animal muy social y comunicativo. El can expresará sus estados de ánimo a través de sus actos. La convivencia con nuestro perro puede complicarse por los celos. Es entonces cuando seguiremos los consejos de los expertos para corregir esta conducta y así demostrarle nuestro cariño.
¿Existen realmente los celos en los animales?
Aunque es difícil saber a ciencia cierta si un perro siente celos, por lo general, hay determinados aspectos o comportamientos que nos llevan a afirmarlo. Debemos tener en cuenta que el perro no experimenta esta actitud de la misma manera que una persona, pero tiene en común el egoísmo que define estas actuaciones.
Cada mascota tiene su peculiar forma de demostrar su disgusto y decepción por algo, pero normalmente observaremos en nuestro compañero una actitud más agresiva, apática o mustia por lo que necesitará más apoyo que nunca para superar este pequeño bache.
Celos, posesión y jerarquía
Los celos en un animal tienen que ver con la educación que le demos desde cachorro por lo que ese periodo es fundamental para su desarrollo psicológico. Un perro será celoso si no ha entendido desde joven cuál es la posición que ocupa en la familia y, por tanto, se siente rechazado ante la llegada de otra mascota, el nacimiento de un bebé o las visitas de extraños.
La actuación de nuestro perro cuando manifiesta este tipo de conducta puede convertirlo, en ocasiones, en un animal violento y provocador. Sin embargo, al instante, y sin previo aviso, volverá de nuevo a ser el adorable animal que conocimos tiempo atrás.
Hasta aquí, el lector podría pensar que su mascota tiene doble personalidad. Nada más lejos de la realidad. Simplemente, lo que ocurre es que nuestro can no sabe como acaparar toda nuestra atención y cree que, de esta manera agresiva y enfurecida, lo va a conseguir. Pero al poco tiempo de mostrarse así parece 'darse cuenta' de su terrible actuación y pretende que nos compadezcamos y perdonemos su acción.
Qué debemos hacer ante los celos
Es importante que jamás se utilice el castigo físico con ninguna mascota. Si es necesario, podemos agarrarlo de forma suave por detrás del cuello para mostrar nuestra autoridad. Además, nunca debemos perder la calma ni enfadarnos con nuestro compañero hasta el punto de golpearlo bruscamente ya que lo único que conseguiríamos sería empeorar la situación.
Es aconsejable que dediquemos el mayor tiempo posible a nuestro amigo con juegos y actividades pero sin cambiar nunca sus horarios de rutina, ya que ésta es muy importante para que el animal no se confunda. Un consejo importante: no deberíamos adquirir una mascota si no vamos a disponer de tiempo para su juego y educación, no se precisa mucho pero es esencial no privarle de él.
Lo más conveniente es que, desde cachorro, le acostumbremos a relacionarse con otros perritos y con personas para que después cuando crezca no desarrolle esa actitud egocéntrica y egoísta. Llevarle al parque, a cursos de adiestramiento o incluso de paseo con otras personas pueden ser buenas elecciones para su desarrollo.
El que tu amigo muestre comportamientos celosos o no depende, sobre todo, de la educación y trato que le concedamos. Además, en función de esto, se desarrollarán las actuaciones y el carácter del animal por lo que nuestra responsabilidad educacional es mayor de lo que pensamos. Si la situación empeora con el paso del tiempo existen centros de educación canina y de rehabilitación psicológica de animales donde te asesorarán aportando soluciones expertas.
Fuente mascotas.facilisimo.com
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