Hoy en día hay muchos animales que se encuentran dispersos en sociedades protectoras y en determinadas oportunidades su vida cotidiana se da en términos de hacinamiento. De esta manera, adoptar un animal y mejorar su situación cotidiana es una decisión que está guiada por lo afectivo más que por lo económico y entonces, se presenta como una alternativa positiva tanto para el amo como para la mascota. Aunque algunos no lo crean, los perros saben leer este tipo de actitudes y si se los trata con amor todo ese cariño será devuelto con creces por el animal.
Al mismo tiempo, vale decir que en estos sitios, hay una enorme variedad de animales que pueden incluso adaptarse a nuestras necesidades y gustos tanto o más que aquellos que nos propondría comprar cualquier veterinaria. Son tantos los animales en situación de abandono que muchas veces es mayor la variedad a la hora de elegir y sin dudas pueden adaptarse a nuestra realidad concreta favoreciendo aún más nuestra decisión de adoptar.
No sólo adoptar un perro termina siendo beneficioso para la propia mascota, también lo es para nosotros y por tal motivo la posibilidad de tener una mascota y comprometerse a cuidarla es cada día más común. Vale pensar simplemente en una persona que vive sola y ya nos estaremos imaginando los beneficios que pueda representarle contar con la compañía de una mascota.
Por si todo esto fuera poco, estar en presencia de un perro mejora el carácter de la persona ya que ambas partes están constantemente ávidas de dar y recibir cariño, lo cual genera una convivencia sana y encantadora entre el animal y su dueño. La amistad y la fidelidad que puede reconocerse con un perro no tiene límites y por eso, adoptar un canino parece ser una decisión precisa de tomarse más temprano que tarde.
Así, mostramos algunos beneficios de adoptar una mascota y por supuesto, recalcamos la necesidad de entender que los mismos repercuten tanto en el animal como en la persona que toma la decisión de traer un perro a casa.
Frutas y Verduras para Perros
La idea para este artículo nació cuando, visitando a un amigo, de repente saca una manzana del refri y, luego de cortar un trozo, llama a su perro y se la entrega a modo de premio. Me tomó por sorpresa, debo admitir, incluso cuando me contó que era una de sus comidas favoritas. Es por ello que, viendo el placer y felicidad que le proporcionó a este canino su premio “verde”, hoy vamos a recorrer algunas frutas y verduras ideales para que coma vuestro perro.
Melón – Lo creas o no, la misma fruta que los humanos han llegado a conocer y amar en sus desayunos saludables es igual de buena para los perros. El Melón está lleno de vitaminas que lo ayudan con la vista, así como una gran cantidad de vitamina A y un montón de beta caroteno, que ayuda a reducir el riesgo de cáncer y previene el daño celular. Es también una buena fuente de vitaminas B-6 y C, fibra, ácido fólico, niacina y potasio.
Judías verdes (chaucha, arvejas) – Si su perro come sus judías verdes, probablemente le hará más fácil conseguir que sus hijos hagan lo mismo. Las judías verdes son buenas para su perro debido a sus ácidos grasos omega-3 y vitaminas A, C y K. También son una buena fuente de calcio, cobre, fibra, ácido fólico, hierro, niacina, manganeso, potasio, riboflavina y tiamina, así como el beta caroteno. En esencia, son la superpotencia de las verduras para los perros.
Espinacas – Ciertamente entendemos el valor de la espinaca en nuestras dietas, pero por suerte esta verdura de hoja verde puede ser igual de potente e importante para su perro. Aunque es rica en hierro (con casi el doble que la mayoría de otras fuentes), la espinaca es una opción particularmente buena para su perro ya que le ayuda a defenderse de los problemas inflamatorios y cardiovasculares, junto con el cáncer.
Manzanas – Además del hecho de que es super divertido ver un perro comiendo una manzana, los antioxidantes de gran alcance y la gran cantidad de vitamina C que poseen las manzanas hará maravillas para la dieta de su perro.
Calabaza – Alimente a su perro con calabaza para subir en fibra su dieta, como también vitamina A y antioxidantes para ayudar a aliviar la diarrea y el estreñimiento y para promover su salud cardiovascular en general.
Sandía – Si se trata de licopeno que usted está mirando para agregar a la dieta de su perro, la sandía es la mejor fuente para ello. Los beneficios para la salud no se detienen ahí. Si le brinda un pedazo de esta delicia de verano, le estará cargando con toneladas de vitamina A sana, B-6 y C, así como la tiamina.
Batata (camote) – Una gran fuente de vitaminas E, A, B-6 y C, así como calcio, hierro, ácido fólico, potasio, cobre, tiamina y hierro, las batatas son una adición maravillosa para la cena de cualquier can.
Por último, tenemos una fruta y tres verduras que son muy buenas para los caninos, aunque pueden ser un poco costosas, dependiendo de donde usted viva.
Arándanos – Los arándanos, con sus altos niveles de resveratrol y sus cualidades que luchan contra el cáncer y las enfermedades del corazón, hacen de ellos una gran opción para la dieta de su perro. Como bono adicional , los taninos que se encuentran en los arándanos también ayudan a prevenir las infecciones del tracto urinario.
Espárragos - Cuando se corta en trozos pequeños, el espárrago se convierte en una opción vegetariana saludable para su perro debido a su contenido en vitamina K, A, B1, B2, C y E, junto con ácido fólico, hierro, cobre, fibra, manganeso y potasio que se encuentra en ellos.
Coles (repollitos) de Bruselas – Quizás se armaría una batalla campal en mi hogar, por cuanto amo las coles de Bruselas, pero usted puede dar a su perro cuantas desee, porque este vegetal le proporcionará vitaminas K y G, manganeso, ácido fólico, fibra, potasio y vitaminas A, B1 y B6. Una excelente y deliciosa opción.
Espero que hayan disfrutado del artículo y que, al momento de buscar una mejor y más saludable dieta para su perro, recuerden consultar a su veterinario de cabecera sobre los importantes beneficios que pueden proveer estas frutas y vegetales para su mascota.
El Cuidado de las bolsas anales en tu perro
Cuando tenemos perros, algo que dejamos muchas veces pasar por alto es observar que si se refriegan sobre el piso luego de defecar es porque hay molestias en las bolsas anales. Las bolsas o sacos anales se encuentran a cada lado del ano y se llena de un líquido color verde con un olor muy fuerte y a veces con materia fecal. Por ello es necesario entonces limpiarlos para evitar infecciones mayores. Se pueden producir abscesos, formación de pus, inflamación y todo esto puede acarrear la ruptura de la glándula anal.
La raza que más se ve afectada es la del caniche. Los Chihuahuas son también propensos a este tipo de problema. Son siempre los perros de pequeño tamaño los que mayor predisposición tienen a que se inflamen las bolsas. Algunos síntomas además del mencionado más arriba, son mucho esfuerzo para defecar, picazón y la mordedura del propio perro a su ano, o tendencia a lamerse mucho. Las causan que provocan estos síntomas son variadas y se puede deber a poco tono muscular en la zona del ano, a una diarrea o a heces blandas de manera crónica como asimismo a una constipación. En otros casos como el de los caniches ya es un problema que tienen desde que nacen.
Así es que antes estos síntomas llevar al can al veterinario quien palpará las bolsas anales y quizás encuentre liquido verdoso, amorronado con un olor nauseabundo y limpiará con un algodón y desinfectante toda la zona. En caso de haber pus le inyectará un antibiótico y antiinflamatorio porque el perro se siente molesto y es necesario que ceda la inflamación. Luego habrá que volver a llevarlo para que sea controlado. Este procedimiento se debe realizar una vez cada mes y medio. Si el veterinario encontrara líquido más rojizo y de marrón muy oscuro puede que las glándulas anales estén totas, y en este caso habrá que recurrir a una operación con el fin de extirparlas. Generalmente esto sucede si no observamos al perro habitualmente, puesto que si notamos algunos de los síntomas nombrados nada malo le va a ocurrir.
No olviden entonces que los perros pequeños y con rabo corto son más propensos a este tipo de problema. Lo ideal es que despidan este líquido que se forma en las bolsas anales cuando defecan, pero al no hacerlo se va acumulando produciendo este tipo de infección. En los gatos también suele suceder pero con mucha menos frecuencia. No dejen de vigilar al perro luego de que haya defecado para ver si arrastra la cola contra el piso o se lame. Y atención si el perro es obeso, porque entonces tendrá aun más posibilidades de padecer este tipo de trastorno. Luego de estar bien el animal, el veterinario indicará una dieta a base de fibras y otros productos adecuados para una buena defecación. Por otro lado es más normal esta infección en machos que en hembras. Controlen a su mascota, y ante cualquier anomalía consulten al veterinario para que la situación no llegue a mayores porque sepan que este líquido que se acumula en las bolsas anales es muy moleta y hasta dolorosa para todo perro.
Fuente mascotadomestica.com
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